CON UNA VISIÓN DEL DIOS
MISERICORDISO, BUEN PASTOR Y PADRE DE TODOS MONSEÑOR JONNY REYES LLEVÓ A CABO
LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE ANTONIO MARÍA ARRIAGA.
ANTONIO MARÍA ES UN JOVEN APUREÑO QUE HA VENIDO REALIZANDO UNA LABOR PASTORAL EN EL
EJE DE LA CARRETERA A SAMARIAPO, RESIDENCIADO
EN LA COMUNIDAD DE COROMOTO.
Juan Noguera
CNP: 22732
Este
sábado 18 de marzo (2017) en la Catedral María Auxiliadora a parir de las 9 de
la mañana se congregó una gran cantidad de fieles para acompañar el rito
litúrgico de la Ordenación Sacerdotal de Antonio María Arriaga, joven de San
Fernando de Apure, que ya hace algún tiempo
se vino a realizar su trabajo pastoral. En el mes de noviembre pasado
fue ordenado como diácono en la Parroquia Cristo Rey de Puerto Ayacucho.
Bajo
un cielo soleado, como dicen en Amazonas, de pleno verano, su madre y restos de
familiares entraron a la Catedral acompañado de una numerosa cantidad de fieles
que se trasladaron a la hermosa estructura de la Catedral de Puerto Ayacucho,
que data del año 1954. Monseñor Jonny Reyes acompañado de los sacerdotes que
sirven al Vicariato en Puerto Ayacucho y zonas
aledañas, con los signos episcopales y una casulla dorada inició la
ceremonia, tras la intervención del grupo de música sacra “Acordeones del
Corazón”.
Las
lecturas para para el momento, la lectura tomada del Antiguo Testamento, estuvo centrada en
la interrogante del Profeta ¿Quién eres
tú Señor que eres capaz de perdonar la culpa de tu pueblo? y el Evangelio
centrado en el pasaje del Huerto de Getsemaní cuando Jesús señaló: “Que no se
haga mi voluntad, sino la tuya”.
En
la nave izquierda, casi desapercibido se encontraba un señor indígena, casi
nadie le miraba, pero la marca de los años hacía pensar que llevaba por dentro
una historia por contar. Era un hombre que nació y vivió gran parte de su vida
en el poblado de Coromoto, ex alumno del
Colegio Pío XI, estuvo interno allí durante muchos años. Se trataba de Octavio
Castillo. Quien me alcanzó a decir: “Sabes Juan, que la primera parroquia de
Amazonas, fue Coromoto” Lo dijo con una seguridad casi total y con una sonrisa en los labios, como aseverando
que el ordenado de hoy, Presbítero Antonio María Arriaga, dejará una
honda huella espiritual en la vida de los pueblos de la carretera sur.
Otro
de los hechos a destacar fue la presencia de la familia de Antonio María, su
señora Madre encabezaba el núcleo familiar asistente al acto. Se notaba una
gran alegría expectante que a medida que avanzaba la ceremonia litúrgica se
tornaba con mayor fuerza emocional. El
momento culminante ocurrió cuando una vez ordenado se acercó a su madre
y ella besó sus manos y se observaba radiante de alegría y felicidad.
Monseñor
Jonny Reyes también lucía radiante, pero de satisfacción al concluir la etapa
formativa pre-ordenación y que se
manifestó en forma concreta en dos momentos: el del abrazo fuerte entre él y
Antonio María y en las palabras de su homilía: “Nuestra gente tiene que descubrir
ese rostro de misericordia y de bondad, así como lo hizo la gente que pudo
contemplarlo en la vida de Jesús. Los caseríos y la gente que el señor va
poniendo bajo tus cuidados puedan descubrir ese Dios rico en misericordia,
lento a la cólera y rico en bondad para que puedan conseguir ese Dios que está
en la vida de ellos. No un Dios que se desentiende, sino todo lo contrario un
Dios que está implicado en la vida de cada día del pueblo.”
Lo
importante es que el acto litúrgico de ordenación de Antonio María Arriaga deja
una importante lección de magisterio en este momento que la Iglesia Católica de
Amazonas lexperimenta una nueva etapa histórica en su larga presencia de más de 80 años como Prefectura Apostólica primero y luego
como Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.
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